La unidad de las fuerzas revolucionarias

Fidel y el pueblo
La unidad de las fuerzas revolucionarias

«…si nos mostramos divididos, expresaba Fidel, ellos multiplicarían sus esfuerzos por liquidarnos y tenemos que hacerles ver que no podrán liquidarnos o tendrán que liquidarnos físicamente, si quieren liquidar la justicia que ha traído la Revolución a nuestra Patria».

Por:
M.c.S Oscar Acosta Domínguez
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La convocatoria a esta VI Cumbre por el Equilibrio del Mundo, en el marco del 172 aniversario de natalicio y el 130 aniversario de la caída en combate de José Martí, Apóstol de la independencia de Cuba, nos permite abordar el tema relacionado con la Unidad de las Fuerzas Revolucionarias, como complemento de los objetivos propuestos por la Conferencia, al considerar la unidad, como señalara el Comandante Fidel Castro Ruz en su intervención el 24 de enero de 1959 en el Parlamento Venezolano. Señaló que la unidad constituía una «como una cuestión esencial”».

La victoria alcanzada por el pueblo cubano con la derrota de la dictadura impuesta por Fulgencio Batista desde 1952, se logró por la unión de todos los sectores cívicos, políticos y revolucionarios que acompañaron al Movimiento 26 de Julio, liderado por el Comandante Fidel Castro, en tan épica lucha.

Muestra de lo expuesto, se refleja en documentos que así lo demuestran. El 9 de julio de 1956, en artículo publicado en la revista Bohemia, «¡Basta ya de mentira! », Fidel desmiente la publicación de la propia revista titulada «El grupo 26 de Julio en la cárcel» cuyo autor desvirtuaba la realidad de los hechos relacionados con la estancia de los miembros del Movimiento en México, como parte de los preparativos para desarrollar la lucha armada en Cuba y derrotar a la tiranía, se reiteraba así reiterando el principio de la unidad como elemento imprescindible entre las fuerzas revolucionarias a, al exponer: …La dispersión de las fuerzas es la muerte de la Revolución; la unión de todos los revolucionarios es la muerte de la dictadura.

La decisión del Movimiento 26 de Julio y la Federación Estudiantil Universitaria el 29 de agosto de 1956, de unir sólidamente sus esfuerzos y llevar a cabo la Revolución Cubana, aparece refrendado en la Carta de México, entre otros documentos de la época, cuyos contenidos demuestran la plena convicción del máximo líder de la Revolución Cubana sobre la necesaria unidad, para alcanzar la victoria.

Al triunfo de la Revolución, en la ciudad de Santiago de Cuba, al dirigirse al pueblo allí reunido, el 1º. de enero de 1959, expresaba: «…esta vez sí que es Revolución. Esta vez la Revolución tiene al pueblo entero, tiene a todos los revolucionarios, tiene a los militares honorables. Es tan grande y tan incontenible su fuerza, que esta vez el triunfo está asegurado».

Con estas palabras, Fidel ratificaba que la inclusión de todas las fuerzas amantes de un mundo mejor, marcharían unidos en la construcción de una sociedad centrada en desterrar las desigualdades sociales, discriminación de sexos, raza y otras conquistas que hoy podemos exhibir.  

La vigencia de su pensamiento está implícita en su proyección internacional, en Enero de 1959 en la Plaza Aérea del Silencio de la ciudad de Caracas, hizo un llamado a la unidad, no solo de los pueblos, sino de las naciones
«¿Hasta cuándo vamos a permanecer divididos?, ¿Hasta cuándo  vamos a ser víctimas de intereses poderosos que se ensañan con cada uno de nuestros pueblos?, ¿Cuándo vamos a lanzar la gran consigna de unirnos?.  ¿Por qué no se lanza también la consigna de unidad de las naciones?  La batalla por la unidad latinoamericana, por demostrar que la unión es determinante ante los abusos e intromisiones en los asuntos internos de nuestros países por potencias extranjeras».

Distantes estas formulaciones, realizadas por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, de las pretensiones del actual presidente de los EE. UU, por anexar Canadá y Groenlandia a su territorio; retomar el control del Canal de Panamá y cambiarle el nombre al Golfo de México, nada que ver con los propósitos de estas Cumbres por El Equilibrio del Mundo, su formulación es propio de la génesis del imperialismo norteamericano y sus ansias de expansión y de injerencia en los asuntos internos del mundo actual.

Las acciones del imperialismo norteamericano para fraccionar la unidad de nuestro pueblo, se manifiesta en acciones de carácter hostil, que van desde la guerra económica, mediática y otras, cuyos fines persiguen iguales propósitos.  

La Segunda Asamblea Nacional del pueblo de Cuba celebrada en La Habana el 4 de febrero de 1962, denunció y manifestó su total rechazo a las sanciones económicas e intentos de aislamiento de Cuba, instrumentada en la Organización de Estados Americanos, para tratar de aplastarnos, considerado por el Comandante en Jefe como su gran error, afirmación basada en la justeza de nuestra causa y el apoyo mayoritario del pueblo a su Revolución.

Esa constante atención a la lucha por la unidad, quedó plasmada el 2 de enero de 1963, durante la celebración del cuarto aniversario de la Revolución Cubana, al señalar: «A nuestro pueblo una orientación, nuestra tarea es unir, dentro y fuera, eliminar todo lo que nos divida, dentro y fuera; luchar por todo lo que nos una, dentro y fuera. ¡La unidad dentro de los principios, esa es nuestra línea!».

En el Congreso de Mujeres de toda América, celebrado en Cuba el 15 de enero de 1963, a solo 13 días de su intervención en el cuarto Aniversario de la Revolución,  retomó el tema de la Unidad, precisando ante el auditorio: «División aquí no habrá; aquí habrá unión, porque la necesitamos, porque tenemos el enemigo imperialista delante, queriendo destruirnos y necesitamos la unidad para resistir, necesitamos la unidad para vencer, necesitamos la unidad más que nunca para salir adelante y agregó: … Ese pensamiento por encima de todo tiene una divisa, resistir al enemigo imperialista, combatir al enemigo imperialista, seguir adelante, ni un paso atrás en la historia de la patria, ni una vacilación en las filas revolucionarias.   Seguir adelante frente a los imperialistas, esos son y serán siempre nuestros enemigos, son y serán los enemigos de América».  Afirmación que no deja lugar a dudas, la historia así lo demuestra, frente a un enemigo cada vez más agresivo, la división, no tiene sentido.

Para los revolucionarios cubanos, el fortalecimiento de los valores humanos enunciados por Fidel, tienen extraordinaria importancia en la consolidación de la unidad de nuestro pueblo. Al referir tales valores, estableció la total diferencia entre el revolucionario y el reaccionario. El revolucionario, señala Fidel, no puede mentir, El revolucionario vive de convicciones intimas, de motivaciones profundas.

La mentira es una violación del carácter, la mentira es una violación de los sentimientos más íntimos del hombre. La mentira es el arma de los que no tienen razón. La mentira es el arma del que no tiene argumentos. La mentira es el arma del que desprecia a los demás y, sobre todo, desprecia al pueblo.

El arma del revolucionario es la verdad. El arma del revolucionario es la razón. El arma del revolucionario es la idea. El arma del revolucionario es el pensamiento. El arma del revolucionario es la conciencia, el arma del revolucionario es la cultura. El arma del revolucionario contemporáneo es la interpretación correcta de las leyes científicas que rigen la marcha de la sociedad humana.

Nosotros no mentimos ni mentiremos jamás y no tememos enfrentarnos en el campo de las ideas a ningún adversario.
La verdad, siempre saldrá victoriosa a la larga.

Cultivar y fertilizar esos valores, hacen de la unidad una barrera infranqueable, lo logrado y lo que seguiremos logrando al decir del propio Fidel, necesita de la unidad más estrecha entre el Partido y el pueblo, entre las Fuerzas Armadas y el pueblo, entre las Organizaciones de Masa, esencialmente los sindicatos con el pueblo y todas las demás, por supuesto no se puede ignorar ninguna, sentenció.

El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el 20 de febrero de 1993 expresó a los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba al valorar porqué la importancia de la unidad en el enfrentamiento sin cuartel a ese enemigo de nuestros pueblos, el Imperialismo Norteamericano, «…si nos mostramos divididos, expresaba Fidel, ellos multiplicarían sus esfuerzos por liquidarnos y tenemos que hacerles ver que no podrán liquidarnos o tendrán que liquidarnos físicamente, si quieren liquidar la justicia que ha traído la Revolución a nuestra Patria».

Sin hacer un análisis integral del pensamiento de Fidel en relación a la unidad de las Fuerzas Revolucionarias, los elementos utilizados en mi exposición, ratifican la importancia que, en todo momento, tanto en escenario nacionales como internacionales, el máximo líder de la Revolución Cubana dio al tema de la Unidad.

La síntesis de sus consideraciones sobre tan importante asunto, queda plasmado en su concepto de Revolución, expuesto el 1º. de mayo del año 2000, en la Plaza de la Revolución José Martí, cuando señaló: «Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo».
 

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