Son muchos los retos de la UJC. Una de sus premisas es articular una organización creativa e innovadora, que rompa esquemas y estereotipos
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Cada 4 de abril, nuestros niños, adolescentes y jóvenes, tienen la dicha de celebrar un aniversario más de la organización que los agrupa y representa: la Organización de Pioneros José Martí (OPJM) y la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), que arriban este año arriban a 62 y 61 años de fundadas, respectivamente.
Ambas organizaciones han mantienen el propósito de contribuir con la formación integral de las nuevas generaciones, el interés por el estudio, la colectividad, el patriotismo, el amor al trabajo, a la historia patria y a nuestros héroes y mártires.
La OPJM surgió por iniciativa de nuestro el Comandante en Jefe. Tuvo como antecedente a la Unión de Pioneros Rebeldes (UPR), fundada en 1961, que posteriormente, en 1962, pasó a llamarse Unión de Pioneros de Cuba, hasta que el 4 de abril de 1977, en el contexto del III Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas, se convirtió en la OPJM, organización que integran los niños desde los 6 años hasta los 15; está inspirada en el ideario martiano y el ejemplo de hombre nuevo de Ernesto Che Guevara.
Hoy, resulta imprescindible que tanto niños como jóvenes conozcan la historia de Cuba: sus raíces, luchas independentistas, tradiciones y costumbres populares, que propicien el desarrollo de la conciencia revolucionaria y el orgullo de su identidad, para que desde una convicción patriótica aprehendida, defiendan nuestra Revolución Cubana y todas sus conquistas.
La Unión de Jóvenes Comunistas acompaña y sirve de guía a la OPJM. Esa organización tuvo sus orígenes en la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR), creada el 28 de enero de 1960 durante el acto de clausura del Primer Congreso Nacional de la AJR, el 4 de abril de 1962, donde quedó constituida la UJC, primera organización bajo la denominación de comunista después del triunfo de la Revolución, era su principal función «formar jóvenes que tengan una actitud comunista ante la sociedad y ante la vida», según palabras del Comandante en Jefe.
En sus filas militan estudiantes y trabajadores que, por sus méritos, constituyen la vanguardia de nuestra juventud y asumieron el hecho de pertenecer a ella de forma voluntaria, conscientes de la responsabilidad que implica.
Son muchos los retos de la UJC. Una de sus premisas es articular una organización creativa e innovadora, que rompa esquemas y estereotipos, tal como apuntó la primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas, Aylín Álvarez García.
Adquirir un mayor poder de convocatoria, estar mejor preparados para hacerle frente a la guerra de subversión ideológica contra Cuba; así como responder a las necesidades, intereses y preocupaciones de los jóvenes sean o no militantes, para lograr que se sientan representados y apoyados por la organización; realizar actividades que contribuyan a elevar el nivel de preparación político-ideológica y cultural de las nuevas generaciones, deben ser tareas de primer orden. En este empeño, cobra una gran importancia la aprobación en el 2022 de la Estrategia de la Unión de Jóvenes Comunistas para fortalecer su papel integral en el presente y en el futuro del país.
En la clausura del Congreso de la Asociación de Jóvenes Rebeldes, el 4 de abril de 1962, nuestro líder histórico expresó:
«(…) Creer en los jóvenes es ver en ellos además de entusiasmo, capacidad; además de energía, responsabilidad; además de juventud, ¡pureza, heroísmo, carácter, voluntad, amor a la patria, fe en la patria! (…), ¡amor a la Revolución, fe en la Revolución, confianza en sí mismos!, convicción profunda de que la juventud puede, de que la juventud es capaz, convicción profunda de que sobre los hombros de la juventud se pueden depositar grandes tareas…».