El desarrollo científico fue uno de los campos más presentes en el programa revolucionario luego del triunfo de la Revolución Cubana en 1959
Convertir la ciencia en uno de los baluartes de la nación fue uno de los primeros planteamientos de Fidel Castro cuando se iniciaron las transformaciones socialistas en 1959. La estrategia para solucionar los problemas planteados en La historia me absolverá sentaría las bases para la proyección de un programa científico que confiaba, esencialmente, en el empeño y sacrificio de los nuevos profesionales que formaba la revolución.
Miles de cubanos formaron parte de los intercambios con países que llevaban la delantera científica y tecnológica en el mundo. La experiencia adquirida en la arena internacional enriqueció el potencial de los nuestros, que paulatinamente elevaron el nivel de la ciencia en el país hasta lograr el reconocimiento mundial.
En 1960 el Comandante en Jefe expresó: «el futuro de nuestra Patria tiene que ser, necesariamente, un futuro de hombres de ciencia, de hombres de pensamiento» y así fue. Hoy la medicina cubana es reconocida y nuestros profesionales colaboran en un gran número de países.
Ante la pandemia de Covid-19 la ciencia cubana se ha crecido y ha sido capaz de brindar atención médica gratuita y resultados que tiempo atrás habría sido impensable que lo alcanzara un país subdesarrollado y bloqueado económicamente. El interés de Fidel en el campo de la biotecnología nos permitió la creación de cinco candidatos vacunales que le otorgaron soberanía a nuestro país en materia de salud. A partir de los logros alcanzados en este ámbito pudiera denominarse el 2021 como «Año de la Ciencia», en agradecimiento a todos los que día a día combaten desde su puesto de trabajo el virus, e impulsan el quehacer científico en el país.