Seminario El aporte de Fidel y Ho Chi Minh a las relaciones de hermandad entre Cuba y Vietnam

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Seminario El aporte de Fidel y Ho Chi Minh a las relaciones de hermandad entre Cuba y Vietnam

La solidaridad del pueblo cubano se hizo más firme y enérgica en los discursos de Fidel a partir del involucramiento directo de Estados Unidos en la guerra, con los bombardeos al Norte y el envío de tropas al Sur, después del llamado «incidente de Tonkin», en agosto de 1964

Por:
Fredesmán Turró González, ex embajador de Cuba en Vietnam
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Estimado compañero Nguyen Trong Nghia, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Vietnam y Presidente de su Comisión de Propaganda y Educación y delegación que lo acompaña.

Estimado compañero Rogelio Polanco, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y jefe de su Departamento Ideológico.

Estimado compañero Le Thanh Tung, Embajador de la República Socialista de Vietnam en Cuba.

Estimados compañeras. y compañeros:

Resumir en unas breves cuartillas el papel jugado por el Comandante en Jefe Fidel Castro en el nacimiento, desarrollo y ampliación de las relaciones especiales que unen a Cuba y Vietnam, no es tarea fácil. Lo haré mediante el relato, cronológicamente en lo posible, de algunos hechos y acciones que así lo demuestran, porque estamos hablando de cerca de 60 años, donde el cuidado y fomento de estas relaciones  formaron parte del pensamiento y la obra del compañero Fidel.

La existencia de un Vietnam dividido artificialmente debido a la violación por el imperialismo yanqui y el colonialismo, ya agonizante, de los acuerdos de Ginebra de 1954; la existencia al norte del paralelo 17 de la República Democrática de Vietnam, que los enemigos trataban de aislar, dirigida por un partido comunista (Partido de los Trabajadores de Vietnam), encabezado por el presidente Ho Chi Minh y la existencia en el sur de un gobierno títere, creado y sostenido por los yanquis, despertó el interés de Fidel y sus compañeros, desde el triunfo mismo de la Revolución Cubana, en enero de 1959.

A fines del mes de noviembre de 1960, cuando una delegación cubana, encabezada por el Comandante Ernesto Che Guevara, visitaba Moscú, Fidel instruye al Che que el compañero Héctor Rodríguez Llompart, integrante de dicha delegación, y quien a la sazón era viceministro de Relaciones Exteriores, viaje a Hanoi y deje establecidas las relaciones diplomáticas entre los dos países. Luego, el 2 de diciembre de 1960, Héctor Rodríguez Llompart y el viceministro de Relaciones Exteriores de Vietnam, Hoang Van Loi, rubricaron en Hanoi el documento que las dejó establecidas, convirtiéndose Cuba en el primer país de América Latina en reconocer oficialmente a la República Democrática de Vietnam.

El 17 de febrero de 1961, Vietnam abre su embajada en La Habana y a propuesta de Fidel, el gobierno cubano se hace cargo de los gastos de dicha representación diplomática, teniendo en cuenta las dificultades por las que atravesaba Vietnam.

En mayo de ese mismo año, para participar en las festividades por el Primero de Mayo, visita Cuba la primera delegación oficial vietnamita, encabezada por el compañero Hoàng Minh Giam, ministro de Cultura. Fidel recibe al ministro y le solicita que informe a la dirección vietnamita la disposición de Cuba de recibir a un grupo de jóvenes para que estudien español en Cuba. En el otoño, también de ese mismo año 1961, arriban a Cuba los primeros 23 estudiantes vietnamitas.

Ante el auge que iba alcanzando la lucha por la liberación de Vietnam del Sur y la importancia de que esta fuera conocida y recibiera, además, apoyo internacional, Fidel instruye a la compañera Melba Hernández, Heroína del Moncada, organizar un movimiento de masas en el campo de la solidaridad, que llegara a todos los sectores de la sociedad y a todos los rincones del país, y que desplegara una amplia actividad internacional de apoyo a Vietnam. Para llevar a cabo esta importante misión, Fidel orienta la creación del Comité Cubano de Solidaridad con Vietnam del Sur, el primero de su tipo en el mundo, el 25 de septiembre de 1963, que con profundo amor presidió Melba.

Cuba, a instancias de Fidel, en su condición de primer ministro, fue también el primer país del mundo en recibir una representación del Frente Nacional de Liberación de Vietnam del Sur (FNLVS) a la que se le confirió los mismos privilegios y la inmunidad que se otorga a una representación diplomática. El 30 de diciembre de 1965 se acreditó como primer representante del Frente en Cuba, el compañero Hoang Bich Son. Tal y como sucedió con la embajada de la República Democrática de Vietnam, el gobierno cubano, por solicitud de Fidel, asumió los gastos de dicha representación.

Desde 1960 hasta la liberación del Sur, en 1975, y la reunificación de Vietnam, es difícil encontrar un discurso de Fidel donde no exprese su admiración y respeto por el pueblo vietnamita y sus líderes, en especial por el presidente Ho Chi Minh, y donde no exprese la solidaridad inquebrantable de Cuba con Vietnam y se condene a Estados Unidos. No había por otra parte, delegación vietnamita que visitara Cuba que no fuera recibida por Fidel.

La solidaridad del pueblo cubano se hizo más firme y enérgica en los discursos de Fidel a partir del involucramiento directo de Estados Unidos en la guerra, con los bombardeos al Norte y el envío de tropas al Sur, después del llamado «incidente de Tonkin», en agosto de 1964.

En uno de sus discursos en 1965, Fidel pidió al pueblo donar una libra de azúcar mensual para apoyar al pueblo vietnamita, por lo que durante varios años, Cuba donó a Vietnam 10 mil toneladas anuales de azúcar.

El 2 de enero de 1966, en ocasión del 7mo. aniversario de la Revolución, en la Plaza de la Revolución, en un acto de masas y con la presencia de más de 500 delegados de la Primera Conferencia de Solidaridad con África, Asia y América Latina, conocida como la Conferencia Tricontinental, Fidel proclamó:

«Porque al pueblo de Viet Nam estamos dispuestos a darle no ya nuestro azúcar, sino nuestra sangre, ¡que vale mucho más que el azúcar!».

Frase que el propio Fidel sintetizó después en: «Por Vietnam, Cuba está dispuesta a dar hasta su propia sangre».

El 29 de octubre de 1966, llega a Vietnam la primera delegación de alto nivel cubana, integra por el presidente Dorticós y el entonces comandante Raúl Castro, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. La delegación es recibida por el presidente Ho Chi Minh y Dorticós expresa la disposición de Cuba de enviar combatientes voluntarios a Vietnam, si Vietnam así lo requiere.

El 3 junio de 1969, se organiza en la Plaza de la Revolución un multitudinario acto de solidaridad con Vietnam, en ocasión de la visita a Cuba del compañero Tran Buu Kiem, de la dirección del Frente Nacional de Liberación de Vietnam del Sur. Y Fidel pronunció en ese acto uno de sus más largos discursos en solidaridad con Vietnam.

Ese mismo año, Cuba se convierte en el primer país en reconocer al Gobierno Revolucionario Provisional de Vietnam del Sur y Fidel designa de inmediato un embajador ante dicho gobierno, al compañero Raúl Valdés Vivó, y se abre de manera simbólica una embajada en las selvas de Tay Ninh.

El 2 de septiembre se produce un hecho que conmocionó a Fidel, a todos los dirigentes de la Revolución y a todo el pueblo de Cuba, el fallecimiento del presidente Ho Chi Minh. Fidel, que sentía un gran respeto y admiración por el presidente Ho Chi Minh, acude a la embajada de Vietnam para firmar el libro de condolencias y rendirle su tributo de admiración y respeto. En el mensaje que envía al Comité Central del Partido de los trabajadores de Vietnam escribe:

«El compañero Ho Chi Minh pertenece a la singular estirpe de los hombres cuya muerte es simiente de vida y perenne irradiación de estímulos y, por eso, continuará guiando hasta el triunfo total y definitivo, ya a las puertas, al pueblo vietnamita».

A mediados de abril de 1972, el presidente norteamericano Richar Nixon ordena reanudar los bombardeos contra las principales ciudades de la República Socialista de Vietnam, por encima el paralelo 20, incluida Hanoi y Hai Phong, cuyo puerto fue minado. Fidel, en su discurso pronunciado en la Plaza de la Revolución, en ocasión del Primero de Mayo, repudia de manera enérgica y decidida la escalada de la guerra e informa que tan pronto como se conoció la noticia, Cuba informó al gobierno vietnamita su disposición de enviar una brigada médica para que junto al personal médico vietnamita atendiera a los heridos y que el día 3 salía para Vietnam una brigada integrada por 6 cirujanos, 3 anestesistas y 6 enfermeras. La brigada llevaría consigo una considerable cantidad de plasma.

Unos días después, el 5 de mayo, Fidel comenzó un largo viaje que incluyó países de África, Medio Oriente y los países socialistas de Europa (Bulgaria; Rumania; Hungría; Polonia; República Democrática Alemana; Checoslovaquia y la Unión Soviética).

Este viaje de Fidel, estuvo dedicado en gran parte a recabar de los países visitados, en especial de los países socialistas, una mayor solidaridad con la lucha del pueblo vietnamita y una condena pública más enérgica a la escalada de la agresión que llevaba a cabo los Estados Unidos.

No podemos olvidar que en la estrategia de «vietnamización» de la guerra que llevaba a cabo en esos momentos el presidente Nixon, uno de sus pilares fundamentales era llegar a compromisos con los chinos y lograr la distensión con la URSS para aislar la lucha del pueblo vietnamita y limitarles los suministros.

Cuando Fidel inicia su periplo, Nixon ya había visitado China en febrero y se conocía que haría una gira por los países socialista europeos, empezando por la URSS el 22 de mayo. Luego en todos sus discursos y conferencias pronunciadas durante el recorrido, Fidel demanda solidaridad y ayuda material para Vietnam, y trata de concientizar a esos gobiernos y pueblos, argumentando que la lucha del pueblo vietnamita era por el socialismo y por la causa de los pueblos progresistas del mundo.

El miércoles 12 de septiembre de 1973, en horas de la tarde, llega a Hanoi, en su primera visita oficial, el Comandante en Jefe Fidel Castro, acompañado por una importante delegación, para realizar así uno de sus más acariciados sueños, visitar Vietnam, y encontrarse con su pueblo y con sus dirigentes.

La bienvenida a Fidel fue excepcional y apoteósica. Por primera vez se producía en Hanoi un recibimiento masivo a un Jefe de Estado y también por primera vez se usaba un auto descubierto.

Fidel y su delegación cumplieron un amplia programa, Hanoi estuvo realmente de fiesta y se produjo un hecho realmente insólito e histórico, la visita de Fidel a la zona liberada de Quang Tri. La foto de Fidel enarbolando la bandera del Frente Nacional de Liberación de Vietnam del Sur, rodeado de combatientes vietnamitas, recorrió el mundo y se ha convertido en sí misma un símbolo de la hermandad entre Cuba y Vietnam.

Durante la visita, Fidel acordó donar en nombre del gobierno y el pueblo cubanos, cinco obras para ayudar a la reconstrucción de Vietnam, después de los Acuerdos de París de enero de 1973. A saber:

  1.     Un hotel en Hanoi
  2.     Un hospital de 500 camas dn Dong Hoi, provincia Quang Binh
  3.     10 vaquerías de 120 vacas cada una, en Moc Chau, provincia Son La 
  4.     Una granja avícola de gallinas ponedoras en Luong My, provincia  Hoa Binh
  5.     Una carretera de 42 kilómetros entre  Xuan Mai y Son Tay, en la antigua provincia de Ha Tay

La ayuda incluyó también la entrega al Ejército Popular de Vietnam de equipamiento pesado para reconstruir un tramo de la ruta Ho Chi Minh, en la provincia de Quang Tri.

Fidel visitó Vietnam en dos ocasiones más, diciembre de 1995 y febrero de 2003, ocasiones en las que ratificó su amor por el pueblo vietnamita y expresó su admiración y satisfacción por los logros obtenidos por Vietnam en su proceso de renovación.

Antes de tomar el avión de regreso, en su visita a Vietnam, en diciembre de 1995, Fidel le escribió al compañero Do Muoi, la siguiente nota:

“Querido compañero Do Muoi:

Me marcho de Vietnam con más cariño y admiración del que le he tenido siempre. Me maravilla el esfuerzo que están realizando. Veo visibles progresos. El reto es enorme, pero no tengo dudas de que vencerán. Felicito a los vietnamitas por su falta de dogmas, su audacia y su valentía. Como el capitalismo es un desastre y el gran culpable de nuestros males de hoy, partiré de su país con más confianza en el socialismo y en el papel del partido, único capaz de aportar racionalidad y orden en medio del inmenso caos mundial que nos rodea. Permítame agradecerle profundamente todas las atenciones recibidas por la delegación cubana y sus nobles y finos gestos hacia mí. Lo espero en Cuba, tan pronto como pueda para expresarle todo nuestro afecto y aprecio. ¡Adelante Vietnam heroico!. La victoria una vez más los espera.

Fraternalmente,

Fidel Castro
Diciembre 12, 1995”.

Espero que estos breves y salteados relatos nos muestren que Fidel, junto al querido Tío Ho, no solo edificaron y desarrollaron las relaciones especiales que hoy existen entre nuestros dos países, sino que nos inculcaron el amor y la confianza mutua que es hoy el cimiento de esas relaciones que Fidel, en conversación con el compañero Nguyen Phu Trong, calificó de símbolo de la época.

Muchas gracias.

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